Poesía japonesa: haiku y jisei | MÁS LITERATURA

 

Poesía japonesa haiku


Dentro de la poesía japonesa, la contemplación y la reflexión por la naturaleza se muestra en los famosos haikus, una forma poética bastante conocida en los estudios de letras, porque intenta capturar la esencia de las estaciones del año y jugar con los ideogramas para mostrar temas complejos como la muerte, los animales y su relación con la naturaleza y la transformación del ser en la otra vida. 

 

Crisantemos, todos aquí,

que hace mucho tiempo tenían diecisiete…

mi ofrenda aquí

 

Haiku de Ueshima Onitsura

 

 

Hace un buen rato

que la curruca

está posada en el ciruelo

 

Haiku de Ueshima Onitsura

 

Regularmente, traducir poesía japonesa a un idioma occidental, es todo un reto, debido a que las grafías que conocemos cambian y no permiten la traducción apropiada de las cosas, poque los kanji o mejor conocidos como letras japonesas (que son ideogramas), muestran un diferente significado de las cosas, pues no sólo son palabras, sino también imágenes. 

 

Floreces, viejo

cerezo. Remembranza

de otros días.

 

Haiku de Matsuo Basho

 

Sin embargo, la poesía japonesa va más allá de los haikus. Existe una forma que no es muy popular y que puede agradar a nuevos lectores de poesía japonesa: el jisei, que podría ser entendido como "poema de despedida".

 

Cuando haya muerto,

¿alguien se ocupará

del crisantemo?

 

Jesei de Kizan

 

Este tipo de poesía es breve y busca, como lo indica su nombre, despedirse de la vida. Lo que llama la atención del jisei es que no sólo los poetas se la pasan trabajando en unos cuantos versos para despedirse, sino que el ciudadano japonés lo puede realizar y le puede llevar toda su vida escribirlo. El jisei es una composición poética que la mayoría puede escribir y no sólo pertenece al gremio artístico, muchos militares, civiles y personas interesadas en el tema, dedican una vida a realizar algunos versos para reflejar su vida y despedirse de ella. El jisei , en sí, es una forma poética de decir que la vida también es una obra que se puede contemplar. 

 

¿Un último poema?

La nieve que se funde

no tiene olor.

 

Jisei de Wakayama Bokusui


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