Nombrar a Amedeo Modigliani dentro de la historia del arte, es honrar su
vasta obra plástica y escultórica. Muchos de sus cuadros son recordados por pintar
ojos profundos en sus personajes, retratar cuellos largos y reflejar en cada
obra su gran influencia del arte proveniente del continente africano.
Aunque estos aspectos son mencionados frecuentemente, no son las únicas
curiosidades que se pueden abordar dentro de la vida y la obra del artista.
Por esta razón, comparto 3 curiosidades que pueden servir para entender de
mejor manera cada uno de los cuadros del pintor Amedeo Modigliani.
1. Riqueza y dedicación
A pesar de que en algunas biografías de Modigliani se hable sobre cómo
el pintor enfrentó grandes adversidades en su vida, mencionando que pasaba malos
momentos y una gran hambre, en realidad eso no es tan cierto, debido a que el
pintor italiano provenía de una familia acaudalada que se preocupaba por los
temas intelectuales de la época, principalmente, la filosofía, la literatura y
la pintura. Esto generó curiosidad en Amedeo para tomar la decisión de
dedicarse al mundo de la pintura, y gracias al dinero de sus padres, pudo
estudiar en diversas ciudades de Italia, como Roma, Nápoles, Florencia y
Venecia.
En la última ciudad mencionada, Modigliani se dio cuenta que la
actividad artística más importante de la época estaba ocurriendo en París, por
lo que decidió mudarse a dicha ciudad, lugar en donde tuvo un gran contacto y
amistad con resaltantes personalidades, por ejemplo: Laurens, Gris, Picasso e
Indenbaum.
2. El gran Léopold Zborowski
Parece ser que, en la historia del arte, los logros sólo se enmarcan
directamente a los artistas, dejando de lado la actividad comercial y social
que algunas terceras partes realizan para que la obra de los pintores sea
difundida o comprada por las élites culturales de una época determinada.
Y este es el caso de la poca importancia que se le ha dado a Léopold
Zborowski, quien fue, de acuerdo a las palabras de Franco Russoli, “un poeta
polaco apasionado del arte que es el primero que cree profundamente en la
genialidad de Modigliani y que desde ese momento dedica todas sus energías, su
entusiasmo y sus recursos a difundir y a hacer apreciar el arte de su amigo”.
El apoyo de Zborowski fue de suma importancia en la vida del pintor,
debido a que Modigliani pudo vender más cuadros, tener un sustento y también
pudo exponer en diversas galerías de París y Londres.
3. Jeanne Hébuterne
Una de las pinturas que merecen más atención en la obra de Modigliani es
Retrato de Jeanne Hébuterne, en esta pintura se observa a la pareja de
Amedeo con una mueca pensativa, aún con felicidad y posando con viveza para
Amedeo durante el año de 1919.
Sin embargo, esta imagen no se volvió a repetir el siguiente año, debido
a que Modigliani muere y Hébuterne no lo soporta. Los padres de Jeanne deciden
llevarla a su casa para cuidarla, porque estaba embarazada. No obstante, ella
decidió arrojarse desde un quinto piso, perdiendo la vida.
Jeanne fue enterrada en secreto por sus padres, mientras Modigliani tuvo
un funeral bastante acompañado. Diez años después, Hébuterne fue sepultada
junto a Modigliani debido a que el hermano de Amedeo convenció a la familia de
Jeanne de sepultarlos juntos.