Adolf Hitler es uno de los
personajes de la historia más criticado y estudiado en el siglo XXI, no sólo
porque generó una guerra donde diversas naciones estuvieron involucradas por
temas políticos, sociales y, sobre todo, económicos, sino también por ser una
persona extremadamente compleja y contradictoria.
Abandonó sus estudios durante la
adolescencia debido a que creía que su futuro consistía en dedicarse al mundo
del arte, ya que se consideraba un buen dibujante. Sin embargo, cuando visitó Viena
y aplicó para ingresar a la Academia de Bellas Artes, Christian Griepenkerl,
quien pertenecía al cuerpo académico, le sugirió a Hitler dedicarse a la
arquitectura, porque en sus pinturas no se encontraba una técnica apropiada
para el ingreso a la escuela.
Este deseo de ser artista cambió
abruptamente por las circunstancias que tuvo que enfrentar posteriormente, pues
al no contar con estudios y al ser rechazado de la Academia de Bellas Artes,
tuvo que aceptar trabajos mal pagados para sobrevivir. Además, durante ese
periodo, estalló la Primera Guerra Mundial, evento histórico que cambiaría su
perspectiva del mundo y de la vida tan radical que, cuando terminó el conflicto
bélico, comenzó a inmiscuirse en la política alemana a través del Partido
Nacionalsocialista Obrero Alemán.
La República de Weimar era
bastante inestable y polarizada. Los partidos de ultraderecha y ultraizquierda
se peleaban el poder constantemente. Los golpes de Estado aparecían, las
revueltas en las calles se hacían cada vez más presentes y el famoso Partido
Nacionalsocialista comenzaba a cobrar una importancia cada vez más grande en
aquel periodo de entreguerras, tanto que, en 1933, Hitler se convierte se
convierte en canciller de Alemania.
John Heartfield. El significado del saludo de Hitler. 1932. |
Durante la década de 1920 y 1930,
el saludo de Adolf Hitler tuvo una repercusión en el inconsciente colectivo,
identificando a un grupo que deseaba que el imperio regresara nuevamente y que las
ideas nacionalistas aparecieran otra vez.
De esto comenzaron a darse cuenta
los artistas de la República de Weimar y decidieron criticar muchas de las
acciones y políticas que ofrecían los nazis. Por tanto, nació una de las obras
menos conocidas pero contundentes: “El significado del saludo de Hitler”, del
artista John Heartfield.
Este fotomontaje lo realizó para
la portada de “El periódico ilustrado de los trabajadores”, en 1932. En esta
obra, el artista critica cómo Hitler supuestamente incluía en sus discursos
políticos su posición a favor del pueblo alemán, cuando en realidad lo que
recibía eran bonos gigantescos que le permitían financiar una gran parte de sus
proyectos políticos.
Por esta razón, en el arte se
incluyen dos frases que intentan explicar y criticar el saludo de Hitler, las
cuales son: “Un pequeño hombre pide grandes regalos” y “Lema: Millones yacen
detrás de mí”.
Con estas frases, John Heartfield
juega con su fotomontaje, colocando en miniatura la figura de Hitler,
extendiendo las manos a capitalistas poderosos y sin rostro que le otorgan el
dinero para continuar con propósitos políticos e industriales.
Aunque se le conozca a Hitler
como un gran orador, Heartfield nos muestra con su fotomontaje cómo la oratoria
funcionaba mucho mejor con recursos provenientes de grupos de poder que
intentaban establecer una agenda política y comercial nada agradable para la
población alemana.