La
literatura es un arte hermoso en donde se puede expresar cualquier tipo de
sentimiento y complejizarlo a grados inimaginables. Sin embargo, algunos
escritores tienen historias muy oscuras que, por más que intenten ocultar,
siempre salen a la luz. Este es el caso de los escritores que son atraídos por
menores de edad. Es decir, pedófilos.
En
este artículo ofrecemos una visión de denuncia social dirigida hacia los
escritores que han aprovechado su posición económica y, en consecuencia, han
actuado en contra de la voluntad de personas menores de edad.
Lewis Carroll
Todos conocemos el libro Alicia
en el país de las maravillas. Una novela que tiene como personaje ficticio
a una niña con el nombre de Alicia, que se enfrenta a diversas aventuras con un
trasfondo altamente filosófico.
Sin embargo, esta obra de Lewis Carroll
tiene una historia turbia y oscura en la que se muestra su obsesión por Alice
Lidell, una niña de 13 años, a quien tomó diversas fotografías y le escribió
una gran cantidad de cartas.
Servando Rocha, responsable de la
edición del libro El hombre que amaba a las niñas, señala que
después de que muriera Lewis Carroll, dejó como legado a sus familiares,
algunos diarios, 600 fotografías y 700 cartas.
Los familiares no supieron qué hacer
con tantos documentos tan difíciles y mejor decidieron quemarlos.
Rocha señala que algunos documentos no
fueron llevados al fuego y se salvaron. Con ellos, algunos biógrafos pudieron
realizar diversas investigaciones para comunicar a todo el mundo la pedofilia
de Carroll.
Los especialistas descubrieron que el
autor de Alicia en el país de las maravillasprefería a mujeres
menores de edad, y no a varones. Rocha recuerda que, en alguna ocasión, a Lewis
le preguntaron por qué no retrataba niños, por lo que su respuesta fue muy
perturbadora: “Soy selectivo. Esa raza no me interesa”.
Este tipo de declaraciones no fueron
las únicas. De hecho, algunos biógrafos señalaron que Carroll tenía fantasías
con fotografiar a las menores con un “vestido de nada”.
Afortunadamente, como indica Servando,
todas las cartas y fotografías ya han sido destruidas para evitar que esta
historia se repita.
Allen Ginsberg
Ginsberg es recordado por su gran lucha
social y jurídica en el reconocimiento de los derechos de las personas con
diferentes preferencias sexuales (LGBTQ+). Su vida era un ejemplo, en mitad del
siglo XX, Allen siempre reconoció a su pareja Peter Orlovsky en cualquier
circunstancia y en cualquier momento. Además, en su literatura reflejaba su
homosexualidad sin tapujos ni metáforas tan ocultas como las de Walt Whitman.
Sin embargo, en 1994, Ginsberg escribió
un ensayo en defensa de una asociación que luchaba por consentir y legalizar
las relaciones sexuales entre adultos y menores. Ésta tenía por nombre
Asociación Norteamericana de Amor Hombre / Niño (NAMBLA por sus siglas en
inglés).
En el ensayo, el poeta de la Generación
Beat escribió lo siguiente:
NAMBLA es un foro para la reforma de esas leyes sobre la sexualidad
juvenil que los miembros consideran opresivo, una sociedad de discusión, no un
club sexual. Me uní a NAMBLA en defensa de la libertad de expresión.
En 2001, la feminista Andrea Dworkin
escribió sobre Allen Ginsberg lo siguiente:
El día del bar mitzvá en 1982, los periódicos informaron en grandes
titulares que la Corte Suprema había declarado ilegal la pornografía infantil.
Yo estaba muy emocionada. Sabía que Allen no lo sería. Pensé que era un
libertario civil. Pero, de hecho, era un pedófilo. No pertenecía a la
Asociación Norteamericana de Amor Hombre / Niño por alguna convicción loca y
abstracta de que su voz tenía que ser escuchada. Lo decía en serio. Tomo esto
de lo que Allen me dijo directamente, no de alguna inferencia que hice. Era
Excepcionalmente agresivo sobre su derecho a follar a los niños y su constante
búsqueda de niños menores de edad.
Gilles Deleuze, Louis
Aragon, Roland Barthes, Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir
Durante la década de 1960, existió una
gran revolución sexual. Muchos intelectuales lucharon por el reconocimiento y
respeto de los derechos humanos de la comunidad LGBTQ+.
Allen Ginsberg, Michel Foucault y
Andrea Dworkin fueron algunos de los activistas más representativos de la época
en diferentes países. Sin embargo, en 1968, los pedófilos aprovecharon esta
lucha social y quisieron convencer a personas de que su batalla también era
válida.
Giulio Meotti escribió en su artículo
“El 68 de los pedófilos” que muchos artistas, académicos e intelectuales
justificaron que la pedofilia cabía dentro de la revolución sexual que se
llevaba a cabo en la segunda mitad del siglo XX. Dentro de ese movimiento, se
firmó una declaración en la que se buscaba un reconocimiento del derecho al
amor entre mayores y menores.
Lo sorprendente de este evento fue que
algunos filósofos y escritores apoyaron la declaración de la revolución sexual
de los pedófilos. Los nombres que aparecieron en el documento fueron: Gilles
Deleuze, Louis Aragon, Roland Barthes, Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir.
Gabriel Matzneff
Gabriel Matzneff es un escritor
aclamado en Francia por narrar en sus libros sus aventuras de cómo conquista a
hombres y mujeres de 10 a 15 años de edad.
Escribió en los medios periodísticos
más importantes del mundo, como Le Monde y Le Figaro. Asimismo, fue condecorado
como Oficial de Honor de las Artes y las Letras, en Francia. Es consentido por
diversos políticos de dicho país y hasta el momento su vida es controversial,
porque confesó abiertamente su pedofilia.
A pesar de que existan víctimas
sexuales, Gabriel Matzneff no ha sido juzgado y ha quedado impune de los actos,
aunque exista evidencia.
Esto demuestra que altos funcionarios y empresarios franceses podrían estar involucrados en las mismas prácticas de Matzneff.