Yves Tanguy es uno de los pintores surrealistas que no son tan recordados
en la historia del arte. Esto probablemente se debe a que no tuvo tanta publicidad
como otros artistas con los que convivió en Francia, como es el caso de
Salvador Dalí o Man Ray. No obstante, su calidad artística es muy grande,
debido a que sus obras tienen una estética que mezcla la pintura metafísica, el
surrealismo y la geología. André Breton dijo una vez que “La aparición de
Tanguy en la luz neptuniana de la clarividencia va tensando poco a poco el hilo
del horizonte que se había roto. Pero es con él un nuevo horizonte, aquel sobre
el que se organizará en profundidad el paisaje, ya no físico sino mental. […]
Los seres-objetos estrictamente inventados que pueblan sus lienzos gozan de
afinidades propias que traducen de la única manera feliz —la no literal— todo
lo que puede ser objeto de emoción en el universo”.
Tanguy nació en París, Francia, el 5 de enero de 1900. Durante sus años
escolares en el Liceo Montaigne, fue compañero de Pierre Matisse, el hijo del
pintor Henri Matisse. Aunque este acercamiento con la pintura podría considerarse la
razón de que Tanguy quisiera ser artista, no lo fue, porque después fue mercante marino,
luego hizo su servicio militar en el Regimiento de Infantería de Lunéville, lugar
donde conoce a Jacques Prévert. Posteriormente, viajó a Túnez sirviendo para su
país. En 1922 regresó a París y trabajó en una agencia de prensa, después fue
conductor de tranvía y, por último, cuando estaba en el andén de un autobús,
vio un lienzo de Giorgio de Chirico en el escaparate de la Galería Paul
Guillaume y, en ese momento, Yves Tanguy decidió convertirse en pintor.
Ariadne (1913). Giorgio de Chirico. |
Sus comienzos en el arte fueron autodidactas, inspirándose siempre en la
pintura metafísica. No obstante, esta predilección por las obras de Chirico
cambiaría en 1924, pues Marcel Duchamp invita a Tanguy, Prévert y otros amigos
a vivir en la casa que había adquirido en la Rue de Chateau. En este tiempo, los artistas comienzan a
aventurarse en el mundo del surrealismo. Así, en 1927, tiene su primera
exposición en la Galería Surrealista. En este periodo, Yves realiza L’Orage
(1926), L’Extinction des lumières inutiles (1927) y Maman, Papa est
blesseé (1927).
L'Extinction des lumières inutiles (1927). Yves Tanguy. |
Posteriormente, Yves Tanguy viaja a África en 1930, donde enfoca su curiosidad en las formaciones de rocas, que le parecieron una belleza. Por tanto, sus siguientes obras las realiza inspirándose en la geología del lugar, creando atmósferas pétreas que están decoradas con desiertos o playas que no tienen fin y que, de alguna manera, los únicos seres con vida son objetos fantasmales que se semejan a rocas apiladas. Durante este periodo aparecieron cuadros como L’Amoire de Protée (1931), Le Ruban des Excès (1932) y Jour de Lenteur (1937).
L'Amoire de Protée (1931). Yves Tanguy. |
A finales de la década de 1930, Yves Tanguy, quien radica en París, comienza
una relación con la poeta y pintora surrealista Kay Sage. Sin embargo, cuando la
Segunda Guerra Mundial estalló, la pareja decidió ir a Estados Unidos y
comenzar su vida. Tiempo después de llegar al continente americano, Tanguy y
Sage se casaron y compraron una granja en Woodbury, Connecticut, donde convirtieron
los graneros en estudios. En ese lugar trabajó toda su vida, aunque en
ocasiones Tanguy visitaba Europa para hacer exhibiciones de sus obras en Roma,
Milán y París. Un dato interesante es que participó en la cinta vanguardista de
Hans Richter, que lleva por título 8 X 8.
Nombres imaginaires (1954). Yves Tanguy. |
En sus últimos años de vida, sus cuadros adquirieron una estética más
fluida, densa y conmovedora, tratando de reflejar cielos llenos de electricidad
que rodean objetos que son semejantes a huesos apilados y elementos dispersos,
así nacieron sus obras Mirage le temps (1954), Multiplication des
arcs (1954) y Nombres imaginaires (1954).
El 15 de enero de 1955, Yves Tanguy muere por hemorragia cerebral. 8 años
después, Kay Sage se suicida luego de haber completado el catálogo de
las obras de su esposo.