ANGUSTIA
Inmersa en el mar sin fondo de la angustia, no
habrá
resonancias que rasguen el silencio; ni claridades
que perturben las tinieblas.
El cielo y la tierra se volverán de piedra; la
lágrima suave
no ablandará la roca.
El grito amargo se quemará en la garganta; el
rostro
permanecerá inmutable.
Quién llegará hasta la profundidad sin fondo?
Quién sabe del tormento de las almas?
Ahí donde se acaban los sonidos y la tonalidad se
agrava;
ahí donde el dolor triunfante se pierde en los
abismos
del silencio.
AMPARO DÁVILA