Cuando se habla de Realismo Mágico,
regularmente, se relaciona el concepto con obras literarias latinoamericanas
que fueron escritas por María Luisa Bombal, Elena Garro o Gabriel García Márquez.
Sin embargo, poco se recuerda de que su origen proviene de la pintura alemana de
inicios del siglo XX y que, además, tuvieron que pasar varias décadas para que
este tipo de arte se traspolara a la literatura.
En este sentido, es indispensable recordar 3 datos curiosos sobre el realismo mágico:
1. Realismo mágico alemán
Los primeros en utilizar el
término realismo mágico fueron los críticos alemanes Gustav Friedrich
Hartlaub y Franz Roh, quienes intentaron catalogar en sus textos “Introducción a la Nueva Objetividad: la
pintura alemana desde el expresionismo” y Realismo Mágico. Post
Expresionismo. Problemas de la pintura europea reciente, lo que
sucedía con la pintura alemana post-expresionista, dividiendo a los artistas en
dos grupos: los veritas y los realistas mágicos.
En cuanto a los veritas, los artistas intentaban reflejar una realidad
cruda y pesimista después de la primera guerra mundial.
Los realistas mágicos, por otra parte, intentaban mostrar una vida más
contemplativa y serena, tratando de retratar una atmósfera de paz debido a que
la Primera Guerra Mundial había terminado. Por tanto, los artistas reflejaban
una realidad que guardaba un mundo misterioso y mágico que debía ser
interpretado por el espectador.
2. Realismo mágico en Italia
El venezolano Arturo Uslar Pietri
no fue el primero en traspolar el término realismo mágico a la literatura. De
hecho, quien lo hizo primero fue Massimo Bontempelli, mencionando dicho
concepto en la revista 900, de 1927. Asimismo, el escritor italiano aplicó
el realismo mágico en sus novelas Il figlio di due madri, de 1929, y en Vita
e morte di Adria e dei suoi figli, de 1930.
Tal vez no se recuerda mucho a
Bontempelli, porque era un ferviente partidario del régimen fascista italiano,
pues fue Secretario Nacional del Sindicato Fascista de Autores y Escritores,
durante 1927-1928.
3. Realismo mágico y el mercado latinoamericano
El concepto realismo mágico se hizo tan popular a mitad del siglo XX, que,
probablemente, cuando la agente literaria Carmen Balcells se enteró que un importantísimo catálogo de escritores latinoamericanos necesitaban ser
leídos en España y en otras partes de Europa, decidió apoyar a diversos
artistas para explotar la mina de oro literaria denominada Boom Latinoamericano.
Así, el realismo mágico fue una gran estrategia de mercado para vender
libros por todos los continentes y generar ganancias bastante elevadas. Sin
embargo, esto también fue un gran avance para la industria del libro en
Latinoamérica, pues como una vez mencionó Julio Cortázar: “sostener que el boom es
una maniobra editorial es una calumnia tonta, porque se niega el valor
revolucionario del boom. Es que todo un continente, de golpe, empezó a tener
confianza en sus escritores, los descubrió. Ahora los anuncios de los editores
dicen: Mario Vargas Llosa, Conversación en la Catedral, con letras muy
grandes. Luego, probablemente con letras más pequeñas, anuncian la última
novela de Francois Sagan. Hace veinte años hubiese sido lo contrario”.
¿Interés en el tema? Te reomendamos leer "¿Qué es el Realismo Mágico? De Alemania a Latinoamérica".