Torsos de yeso en la pintura de Vincent van Gogh | MÁS LITERATURA

 

Van Gogh Portada


Los cuadros de torsos de yeso que pintó Vincent van Gogh, muestran la rebelión del artista contra los preceptos académicos de su época. Estas pinturas comenzaron a surgir de su imaginación cuando él se mudó a París, en 1886. En esa época, Vincent tomó clases de arte y aprendió a crear estatuillas de yeso de torsos femeninos y masculinos.


Vincent van Gogh. Estatuilla de yeso de un torso femenino. 1886.


Un dato interesante es que, en ocasiones, van Gogh no realizaba un dibujo previo ni se inspiraba en modelos para realizar sus torsos, sino sólo utilizaba su ingenio e imaginación.

Cuando el pintor Anton Mauve se enteró de la falta de disciplina de su alumno, lo criticó porque no siempre realizaba bocetos ni recurría a la exploración de la realidad para crear sus obras, como lo hacían la mayoría de los artistas realistas.

Sin embargo, esta crítica no le importó a Vincent y comenzó a pintar torsos de yeso de acuerdo a su estilo, rompiendo y desobedeciendo normas académicas, como el uso moderado del color y el cuidado de la distribución de elementos visuales que componen un cuadro.


Vincent van Gogh. Torso de Venus. 1886.


De hecho, en las pinturas de torsos de van Gogh, se puede ver que el fondo está iluminado por brillantes colores verdes y azules, contraponiéndose al uso del color gris que algunos artistas de aquella época preferían.

En este sentido, las pinturas sobre torsos de yeso, permiten observar tres cosas muy importantes:

  1. La madurez de Vincent en cuanto a su estilo artístico.
  2. La preocupación por mejorar un lenguaje visual emergente sin tantos elementos académicos.
  3. La identidad que van Gogh marcó en sus cuadros con el uso de azules y verdes en sus obras.
Vincent van Gogh. Estatuilla de yeso de un torso femenino. 1887. 



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