René Magritte es reconocido por ser uno de los representantes más importantes del surrealismo. Asimismo, es recordado por su trágica vida de adolescente, debido a que su madre se suicidó cuando él tan sólo tenía 13 años. Existen ciertas creencias de que sus obras realizadas entre 1927 y 1928, reflejan el dolor y el sufrimiento que Magritte sintió por perder la figura materna, cuadros como La invención de la vida, El corazón del asunto o El asesino amenazado muestran mujeres con el rostro cubierto, con ojos de preocupación o simplemente figuras femeninas sin vida.
Otro tema por el que es recordado Magritte, es por su famosa serie “El uso
idiomático”, que se basa en un proyecto pictórico, literario y filosófico en
donde muestra cómo la ilusión del lenguaje permite nombrar cosas sin saber la
propia naturaleza de las mismas, incluso se burla a través de cuadros cómo se
cree que las imágenes corresponden a una palabra especifica. Por tanto, su
afamada obra Esto no es una pipa ha cobrado relevancia en el mundo
académico y en la vida cotidiana.
Esto no es una pipa. René Magritte. 1929. |
Sin embargo, la obra de René Magritte va más allá que solo estos temas, porque
él fue el principal artista en visibilizar las afinidades electivas en el arte
del siglo XX.
Según Magritte, las afinidades electivas nacieron cuando él despertó una
mañana y, de pronto, imaginó que el canario de su esposa Georgette se había
convertido en un huevo dentro de la jaula.
Estamos familiarizados con la imagen de un pájaro en una jaula; el interés se acentúa si sustituimos el pájaro por un pescado o por un zapato; pero, aunque estas imágenes pueden resultar intrigantes, son, por desgracia, accidentales, arbitrarias. Es posible encontrar una imagen nueva que resista una indagación a través de su carácter exacto y definitivo: esa es la imagen que muestra un huevo en una jaula.
René Magritte
Aunque parezca no tener importancia o sentido esto, al modificar elementos
básicos dentro de una obra sin entrar en el azar, permite darle más potencia a
la imagen. Así, el canario se oculta dentro de la obra para darle más elementos
al espectador para que imagine la doble prisión del ave antes de su nacimiento,
que es tanto el huevo como la jaula.
Las afinidades electivas. René Magritte. 1933. |
De igual manera, al existir afinidades electivas como es el caso del huevo
en la jaula, cabe la posibilidad de interpretar lo que sucede en el presente y
lo que puede suceder en el futuro. Por ejemplo, el ave antes de convertirse en
un ser vivo, ya se encuentra dentro de una prisión, que es el cascarón, pero
todavía esta situación puede convertirse en algo pesimista, el futuro del huevo
es transformarse en un canario dentro de una jaula.
Con base en esto, se puede pensar que, en esta obra de Magritte, el artista
sigue un camino tanto surrealista como existencialista.
No obstante, no solo sucede lo anterior en la obra Las afinidades
electivas, sino también en muchas otras, como La clarividencia, donde
un pintor plasma una posibilidad de un ave en el lienzo; o La vuelta,
cuadro que permite imaginar el futuro de las aves que aún se encuentran en el
nido.
Por tanto, con las afinidades electivas, René Magritte rompe con los esquemas azarosos de los surrealistas, pues propone un juego con el otro para indagar las posibilidades lógicas de una obra.