A pesar de que Franz Kafka creó obras tan fascinantes como La metamorfosis, El castillo o El proceso. El escritor checo pocas veces aceptaba la gran importancia de sus textos para la sociedad. En ocasiones, decía que el oficio de escribir sólo era un acto que desvirtuaba la verdad: “falsas manos que se tienden a uno mientras escribe”.
Por este motivo, antes de su muerte, Kafka dejó en su escritorio una carta dirigida a su amigo Max Brod para que quemara todas sus obras. Sin embargo, Max no le hizo caso y publicó la mayoría de sus escritos.
Aquí mostramos la carta de Kafka que le encargaba a su amigo para quemar todo lo que había escrito:
Querido Max, mi última petición: Todo lo que se encuentre entre mis cosas (en estantes, armario, escritorio, en casa y en la oficina, o en cualquier otra parte, y que llegue a tu conocimiento), sean diarios, manuscritos, cartas, propias y ajenas, dibujos, etcétera, debe ser quemado sin dejar nada y sin leerlo; lo mismo harás con todos los escritos o dibujos que poseas o que tengan otros, a quien se los pedirás en mis nombre, que se comprometan por lo menos a quemarlas ellos mismos.Franz Kafka