Un caligrama es un conjunto de versos o frases, que crean una figura que
corresponde a la temática del poema. Por ejemplo, si alguien quiere elaborar un
poema sobre una mariposa, debe dibujar una mariposa con palabras y, en su
conjunto, debe crear un poema.
Este tipo de poesía fue muy utilizada por los vanguardistas, principalmente
por Guillaume Apollinaire, quien utilizó por primera vez la palabra caligrama,
valiéndose del adjetivo griego kallos (bello), y el sustantivo graphein
(grabar, escribir), que significa “escritura bella”.
"Hacha", "Alas" y "Huevo". Simmias de Rodas. |
A pesar de que Guillaume Apollinaire otorgó el término "caligrama" a la historia literaria, el registro más antiguo sobre este tipo de poesía visual proviene de Simmias de Rodas, un poeta griego del siglo III a.C., quien tuvo una inmensa labor artística, pero que sólo se conservan tres poemas visuales de él: “Alas”, “Huevo” y “Hacha”. Posteriormente, Raban Maur, un poeta y teólogo alemán del siglo IX, creó la obra Liber de laudibus Sanctae Crucis, donde compuso 28 caligramas místicos sobre diversas temáticas divinas. Finalmente, en el siglo XVI, Rabelais también creó caligramas, principalmente su “Botella divina”, donde escribe sobre este objeto y hace referencias a otras situaciones particulares a través de la metáfora.
Como se observa, Guillaume Apollinaire no fue el creador de este tipo de
poesía visual. Sin embargo, sí fue el primer artista en denominar a este arte
con el nombre de caligramas. Además, con esta propuesta vanguardista le sugería al lector del siglo XX, que debía ser más “activo”. Es decir, las personas tenían que buscar sentido al poema y otorgarle un significado propio a la figura que
observaban. De esta manera, sólo podía existir el arte tanto en el plano físico como en el metafísico.