Uno de los principales prejuicios que existen en el mundo literario es el siguiente: los best-seller son libros con historias repletas de clichés y sin sustancia filosófica, social o de otra índole.
Sin embargo, no puede ser así, porque se estaría generalizando que todos los libros que son un hit en ventas, no contienen nada que pueda beneficiar a la educación y cultura de los lectores. Esto no significa que se defienda en su totalidad al mercado editorial. En ciertas ocasiones, el mercado sí es nefasto y desvirtúa la idea de que la literatura puede considerarse un chisme de farándula.
Lo que se intenta decir en estas breves líneas, es que si argumentamos que no se deben leer los best-sellers, entonces estaríamos quitando el placer y privilegio de elección a cada consumidor de la cultura. Además, estaríamos privando a una persona de disfrutar de grandes obras literarias que son muy vendidas a nivel internacional, como Cien años de soledad, Don Quijote, La Biblia, La tregua, El Aleph, Hamlet, Fausto, Crimen y Castigo, por señalar algunos títulos.
Por tal motivo, lo recomendable no es hacernos la pregunta si debemos leer o no leer los best-sellers, sino dejar la libre elección de las personas en su consumo de obras literarias, porque como alguna vez dijo Sartre: “la obra de arte tómesela por donde se la tome, es un acto de confianza en la libertad de los hombres”.
Es decir, imponer un canon y un mercado literarios como únicos generadores de la cultura, sería un acto disruptivo y, hasta cierto punto, coercitivo. Por tal motivo, es mejor confiar en los lectores y sus gustos –que se modificarán para bien o mal con el tiempo–, y dejar que lean lo que les venga en gana, porque así experimentarán su libertad y nuevas maneras de pensar. Asimismo, este tipo de acción generaría una ciudadanía más decidida, independiente, respetuosa y con libre albedrío.
Para terminar, es indispensable parafrasear otra gran frase de Jean-Paul Sartre: al leer lo que deseamos, experimentamos la libertad y, a la vez, reconocemos la de los demás. De esta manera, nos vuelve una comunidad que construye un respeto mutuo en acciones tan básicas, como es la lectura.
Respondiendo a la pregunta de este artículo: ¿leer o no leer best-sellers? Lean lo que ustedes necesiten para ser libres, al menos, en el arte. Esa es una gran función de la literatura que muchas veces se olvida.