Por: Karla Portela Ramírez*
La guerra ocurre todo el tiempo, quizá no en el propio
país, pero siempre está activa en alguna parte del globo terráqueo, al menos en
uno o dos lugares a la vez…
Este libro está escrito para quienes observan la guerra a lo lejos, para quienes no la han vivido, padecido en carne propia…
Se trata de una invitación a conocer la vida de quien tiene que abandonar su país, migrar a causa de catástrofes humanas y naturales, amenazas a la seguridad física y psicológica o la creciente desigualdad social y la falta de oportunidades en el ámbito económico…
Aunque dicha invitación para conocer la vida de los migrantes, particularmente de quienes huyen de la guerra y sus estragos, no se funda en narraciones de terceros. No se propone conocer la vida del otro a través de su mirada, sino a través de la propia mirada.
La autora pretende obligar al lector para que imagine desde sí, para que imagine desde su vida que su mundo cae debido a la guerra…
Partiendo de que los acontecimientos geopolíticos pueden transformar por completo la vida de cualquiera, que todo puede pasar en cualquier momento y nunca volver a ser lo mismo, Janne Teller nos recuerda que podrías ser tú, podría ser yo, la próxima persona que migre, que huya de su país debido a un profundo terror y principalmente, porque todo el tiempo estamos hambrientos…
Así, por indicación de la escritora danesa, descendiente de inmigrantes y refugiados austriaco-alemanes, y para lograr calar en la mente y el corazón de los lectores de Guerra, cuando esta obra es traducida, a la vez es adaptada al país en que se publicará, a su historia, cultura y geografía, sin recrear guerras u hostilidades pasadas y dejando claro que es una situación imaginaria.
En el caso de Colombia, la guerra es una realidad muy conocida, no obstante, se presentan grandes diferencias entre las experiencias vividas por quienes han sido afectados directamente y quienes viven en las ciudades o lejos de las zonas de combate.
Con motivo en lo anterior para el caso colombiano se eligió una situación en que la Región Central quiere tener el poder y apropiarse de la riqueza de las otras regiones para satisfacer las necesidades de un gobierno autocrático denominado la “Nueva Colombia”, mientras que las regiones Occidental y Sur se rebelan e inician una guerra que se desarrolla sobre todo en las ciudades y en las poblaciones de mayor tamaño. Entre tanto, la Región Norte se separa y se convierte en la única zona del país en paz.
Hablándonos de “tú”, este ejercicio de reflexión y empatía comienza con una pregunta: ¿Qué pasaría si la guerra llegara a tu ciudad, a dónde irías?... Enseguida se construye el escenario con descripción de las condiciones en que te encuentras, las condiciones propias de la guerra, destrucción, ruinas, enfermedad, mutilación, muerte, tortura, incertidumbre, terror, hambre, carencia de servicios y medios necesarios para la atención a heridos…
Surge una segunda pregunta: ¿Cómo sobrevivir en esas condiciones? Y ante la imposibilidad de sobrevivir ahí, te cuestionas ahora: ¿A dónde huir?... Huir a dónde y con qué… Comienza el proceso de migración… Antes eras una persona de primera, hoy vives, mejor dicho: sobrevives, como una persona de tercera y todo el tiempo, sintiéndote extranjero en tu nuevo hogar, te preparas para regresar, conservas la esperanza de retornar a tu ciudad.
Tras varios años, la situación de Colombia se estabiliza, termina la guerra. A pesar de que te has adaptado, integrado al lugar en que inmigraste, sigues pensando en regresar a casa; si no lo has hecho es porque las preguntas continúan: ¿Regresar a casa? ¿A dónde? ¿Dónde es eso?
En la marejada de pensamientos y sentimientos que detona la lectura de Guerra, hay un elemento crucial: el acto de recordar; los recuerdos, la memoria como aquello que dota de sentido a la vida. Recordamos para evitar el abismo del “todo me da igual”, para que no ocurra que todo sea contingente, vano y superficial… La memoria nos resguarda de la indiferencia y el vacío existencial, la memoria crea y fortalece tu compromiso con tu vida…
Guerra es un llamado a la empatía, al acto de imaginar y comprender a los
otros, buscando el entendimiento que difunde y garantiza valores básicos de la
civilización humana como “Todos los seres humanos nacen iguales” y “Hay que
tratar a los demás como te gustaría que te trataran a ti”.
Guerra. ¿Y si te pasara a ti?
Janne Teller
Seix Barral, 2016
*Karla Portela
Ramírez. Asidua lectora por placer y por necesidad. En el asombro y curiosidad
constantes dedica su vida a la filosofía. Esto le ha llevado a navegar entre
las letras de Schopenhauer, la obra de John Dewey, las ideas de la Escuela de
Frankfurt y el pensamiento filosófico de los pueblos originarios. Hoy día vive
en Casa de la Filosofía y en cómplice
compañía de su amado organiza filocafés y filmosofías, además de ofrecer
asesoría filosófica a quien que desee profundizar en sí mismo.