SANGRE A LA VENA
Escribo; luego, siento, luego, vivo,
y le robo al vivir la indisciplina
que lo esparciría, dispersaría,
y le doy una forma comedida,
la que tiene el tamaño de un amor
que guardo, que no gasto, no disperso,
amor que se concentra en la dura perla,
no pétalo, no lo que es un exceso,
pues que puede volar; lo que me queda
de todo lo que ocurre y no se altera,
de todo lo que ocurre y me esclaviza,
de lo que al esclavizar me libera.
Escribo: luego, soy quien se domina,
y quien avanza en tierra descubierta.
MARLY DE OLIVEIRA