EL POEMA ENSEÑA A CAER
El poema enseña a caer
sobre los variados suelos
desde perder el piso repentino bajo los pies
como se pierden los sentidos
en una caída de amor,
al encuentro del cabo
donde la tierra se abate y
la fecunda ausencia excede.
Hasta la caída venida
del lento deleite de caer,
cuando el rostro alcanza el suelo
en una curva delgada sutil
una venia a nadie en especial
o especialmente a nosotros un homenaje
póstumo.
LUIZA NETO JORGE