POR MIEDO A LO DESCONOCIDOCLARICE LISPECTOR
Entonces eso era la felicidad. Al
comienzo se sintió vacía. Después los ojos se pusieron húmedos: era felicidad,
pero qué mortal soy, cómo me trasciende el amor por el mundo. El amor por esta
vida mortal la asesinaba suavemente de a poco. ¿Y qué se hace cuando se es
feliz? ¿Qué hago con la felicidad? ¿Qué hago con esta paz extraña y aguda que
ya está comenzando a dolerme como una angustia y como un gran silencio? ¿A quién
doy mi felicidad que ya está comenzando a rasgarme un poco y me asusta? No,
ella no quería ser feliz. Por miedo a entrar en un terreno desconocido.
Prefería la mediocridad de una vida que conocía. Después intentó reír para
disimular la terrible y fatal elección. Y pensó con falso aire de broma: “¿Ser
feliz? Dios da pan a quien no tiene dientes”. Pero no logró encontrarlo
gracioso. Estaba triste, pensativa. Iba a volver a la muerte diaria.
“Por miedo a lo desconocido”
proviene del libro Crónicas inéditas, de la editorial AH. Traducción:
Claudia Solans.