Andréi Tarkovski: enseñanzas sobre la vida y el arte | MÁS LITERATURA

 

Andréi Tarkovski

Andréi Tarkovski, conocido como el poeta del cine, porque dedicó su vida a reflexionar sobre la vida, el arte y la poesía. Sus filmes son altamente reconocidos por la crítica y por otros directores. Ingmar Bergman opinó sobre Tarkovski lo siguiente:

Cuando la película no es un documento, es un sueño. Es por eso que Tarkovski es el más grande de todos. Tarkovski no da explicaciones, ¿por qué tendría que explicarse? Él es un espectador, capaz de poner en escena sus visiones en el más difícil, pero de cierta forma, el más complaciente de los medios. Toda mi vida he martillado las puertas de los cuartos en los que Tarkovski se mueve tan naturalmente. Sólo en algunas ocasiones he logrado entrar. La mayoría de mis esfuerzos conscientes han resultado en errores penosos.

Las cintas más famosas del cineasta ruso son:

  • El espejo (1975).
  • Stalker (1979).
  • Nostalghia (1983).
  • Sacrificio (1986).

A mediados de la década de 1980, Tarkovski publicó su libro Esculpir en el tiempo, en él se encuentran fundamentos teóricos sobre el cine y la dirección. Sin embargo, leer su texto es altamente filosófico, porque aborda temas que no se pueden deslindar del cine, como es el caso de la vida y el arte.

Aquí compartimos contigo algunas enseñanzas sobre la vida y el arte que ofrece Andréi Tarkovski:

El arte explica la vida

Para mí no hay duda de que el objetivo de cualquier arte que no quiera ser “consumido” como una mercancía consiste en explicar por sí mismo y a su entorno el sentido de la vida y de la existencia humana. Es decir: explicarle al hombre cuál es el motivo y el objetivo de su existencia en nuestro planeta. O quizá no explicárselo, sino tan sólo enfrentarlo a esta interrogante.

Aprovecha la vida

La vida no es otra cosa que un plazo concedido al hombre, en el que puede y debe formar su espíritu de acuerdo con las propias ideas sobre las metas de la vida humana.

El arte refleja la vida

Las obras de arte surgen del esfuerzo de expresar ideales éticos. Determinan la imaginación y la sensibilidad del artista. Si ama la vida, también siente la necesidad inaplazable de reconocer esa vida, de transformarla, de contribuir a que sea mejor. En una palabra, si lo que quiere el artista es configurar de modo más válido la vida, entonces tampoco supone un riesgo el que la realidad, al ser representada, pase por el filtro de sus ideas subjetivas y de su situación anímica. Su obra siempre será el resultado de un esfuerzo intelectual en busca del perfeccionamiento del hombre, la expresión de una visión del mundo que nos atrapa por la armonía del pensar y del sentir, por su dignidad y sencillez.

La poesía es el mundo

Al hablar de poesía no estoy pensando en ningún género determinado. La poesía es para mí un modo de ver el mundo, una forma especial de relación con la realidad.

Recuerdo y memoria

Normalmente, una persona tiene en mucho sus recuerdos. Por eso no es casualidad que los adorne siempre con colores poéticos. Pero los recuerdos más bonitos son los de la niñez. Claro que hay que ayudar un poco a la memoria para que ésta pueda formar la base de una reconstrucción artística. Es importante que al hacerlo no se pierda aquel ambiente emocional específico, sin el que una reconstrucción así, de tipo naturalista, despierta en nosotros tan sólo el amargo sentimiento del desengaño.

Arte y ciencia I

El arte y la ciencia son, pues, formas de apropiarse del mundo, formas de conocimiento del hombre en camino hacia la “verdad absoluta”.

La función del arte

La función indiscutible del arte, en mi opinión, está enlazada con la idea del conocimiento, de aquella forma de efecto que se expresa como conmoción, como catarsis. Desde el momento en que Eva comió la manzana del árbol de la ciencia, la humanidad está condenada a buscar perennemente la verdad.

Arte y ciencia II

En el arte, el hombre se apropia de la realidad por su vivencia subjetiva. En la ciencia, el conocer humano sigue los peldaños de una escalera sin fin, en la que siempre hay conocimientos nuevos sobre el mundo que sustituyen a los antiguos.

El arte es una experiencia espiritual

El arte se dirige a todos, con la esperanza de despertar una impresión que ante todo sea sentida, de desencadenar una conmoción emocional y que sea aceptada. No quiere proponer inexorables argumentos racionales a las personas, sino transmitirles una energía espiritual. Y en vez de una base de formación, también en sentido positiva, lo que exige es una experiencia espiritual.

La vida es contradictoria

Lo terrible está encerrado en lo bello, lo mismo que lo bello en lo terrible. La vida está involucrada en esa contradicción, grandiosa hasta llegar al absurdo, una contradicción que en el arte aparece como unidad armoniosa y dramática a la vez. La imagen posibilita percibir esa unidad, en la que todo se halla contiguo al resto, todo fluye y penetra en lo demás.

El poeta es un niño

El poeta es una persona con la fuerza imaginativa y la psicología de un niño. Su impresión del mundo es inmediata, por mucho que se mueva por las grandes ideas del universo. Es decir, no “describe” el mundo, el mundo es suyo.

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