¿Qué fue “El Proyecto Manhattan”?
Antes de
contestar la pregunta, es necesario hablar del inicio de la Segunda Guerra
Mundial, específicamente, cuando los científicos nucleares Eugene Wigner,
Edward Teller y Leó Szilárd sabían que la energía liberada por la fisión
nuclear podía ser utilizada para crear y producir bombas por los alemanes.
En este sentido,
los científicos platicaron con Albert Einstein para alertar al presidente Roosevelt
de una amenaza nuclear a nivel mundial. El 2 de agosto de 1939, Einstein envió
una carta –que fue escrita por Szilárd– al gobierno estadounidense para
notificar de este peligro. En consecuencia, el presidente norteamericano
comenzó diversas investigaciones sobre cómo la fisión nuclear podía ayudar o
afectar a la seguridad nacional.
Con esta carta comenzó el Proyecto Manhattan, dirigido por el físico nuclear Robert Oppenheimer y financiado por tres gobiernos: Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. Este gran proyecto empleó cerca de 130 mil personas y costó aproximadamente 2 mil millones de dólares. El objetivo del Proyecto Manhattan era superar el Proyecto Uranio, que desarrollaban los científicos nazis y que era dirigido por el físico alemán Ernest Heisenberg.
¿Quiénes participaron en “El Proyecto Manhattan”?
En el Proyecto
Manhattan participaron grandes eminencias de la física, como Robert
Oppenheimer, Enrico Fermi, Ernest Lawrence, Niels Böhr y Albert Einstein. Sin
embargo, quien se encargaba de financiar, supervisar y asegurar este proyecto,
era el ejército y el gobierno de los Estados Unidos.
Fat Man y Little Boy
Las
investigaciones y estudios sobre la fisión nuclear se llevaron a cabo en
múltiples laboratorios –estrategia para defenderse contra el espionaje
soviético–, principalmente en las instalaciones de Oak Ridge y en el
laboratorio de Los Álamos. En estos lugares, se diseñaron y planearon cuatro
bombas: Thin Man, The Gadget, Fat Man y Little Boy. Sin embargo, las dos
primeras no eran una opción viable para el gobierno norteamericano, por lo que
decidieron perfeccionar Fat Man y Little Boy.
Estas dos últimas
bombas fueron lanzadas en Japón: Little Boy, en Hiroshima; Fat Man, en
Nagasaki. Algunos científicos se sintieron culpables por las consecuencias de
usar bombas atómicas en la guerra, debido a que fueron parte responsable del
asesinato de cientos de miles de personas.
Después de estos
eventos trágicos, han existido grandes polémicas sobre el uso de las bombas
nucleares, debido a que la ciencia ha progresado sobre temas de la fisión
nuclear, pero utilizado, en el caso de Hiroshima y Nagasaki, en destruir
ciudades y, en consecuencia, asesinando a personas. Los debates continúan, la
cuestión es que al revisar la historia nos permite hacer una pregunta para
futuras generaciones ¿el avance de la ciencia debe ser utilizado para fines de
seguridad nacional? ¿Hasta qué punto la ciencia deberá analizar sus avances y
enfocarlos en investigaciones éticas? Cada quien tiene una opinión distinta,
como lector ¿cuál es tu punto de vista?