Wislawa Szymborska fue una poeta, ensayista y traductora polaca, ganadora de diversos premios internacionales y del prestigioso Premio Nobel de Literatura (1996). A pesar de ser considerada una de las más grandes poetas, su vida no fue sencilla, pues cuando tenía 8 años, cobró consciencia de la futilidad de la vida. Esto se debió a un evento que la marcaría toda la vida: la muerte de una profesora de primaria. En una entrevista que le concedió a El País, declaró que “la vida es una aventura con fecha de caducidad. Cuando estaba en la escuela murió una profesora y tuve consciencia de la muerte como algo natural. Con 86 años pienso igual que con 8”.
La familia de Szymborska sólo tenía dos libros de poemas del siglo XIX, por lo que su gusto por la literatura comenzó durante la juventud. En esa época de su vida, la escritora polaca leyó grandes obras de narrativa, principalmente de Proust, Dostoievski y Thomas Mann. Esto la llevó a intentar escribir relatos y poemas, pero no fueron lo suficiente buenos para ella.
En mi casa había sólo dos libros de poemas del siglo XIX. Y tampoco los leía. Siempre quise escribir novelas gordas. Al principio creía que si alguien aspiraba al título de escritor tenía que ser autor de novelas de varios tomos y cientos de páginas. No pasé de relatos mediocres. Un día escribí un poema, horroroso, y se lo pasé a la gente que trabajaba conmigo en el periódico. Me preguntaron: ¿pero tú qué lees? Resultó que no conocía los poetas contemporáneos. Había leído mucha narrativa, a Thoman Mann, a Proust, a Dostoievski, pero de poesía, ni idea. Me tuve que formar un poco.
Su formación literaria y académica comenzó al ingresar a la Universidad Jagellónica, donde estudió Lengua y Literatura Polaca y Sociología, pero por problemas económicos no pudo concluir su educación. No obstante, durante sus años universitarios, Wislawa comenzó su producción literaria, porque publicó su primer poema (“Busco la palabra”) en el diario Dziennik Polski (1945). En esta primera creación muestra su constante búsqueda por la palabra y la frase adecuada, siempre intentando evitar palabras pomposas y demasiado académicas, pues lo que buscaba con la poesía era, esencialmente, lograr una comunicación con el lector.
Quiero definirlos en una sola palabra:
¿Cómo son?
Tomo las palabras corrientes, robo de
los diccionarios,
mido, peso e investigo.
Ninguna
Responde
La más valiente – cobarde,
La más desdeñosa – aún santa
La más cruel – demasiado
Misericordiosa,
La más odiosa – poco porfiada.
(Fragmento del poema “Busco la palabra”)
Durante el paso de los años, Szymborska escribió más allá de la poesía, pues fue crítica literaria de la revista Vida Literaria y traductora de diversas obras francesas. En dicha revista, la poeta premiada al Nobel decidió abrir una sección denominada “Correo”, en ella respondía las preguntas de escritores jóvenes y también daba consejos de escritura creativa. En esta sección, Wislawa era demasiado honesta y lo deja en claro cuando Teresa Walas la entrevistó: “En el nivel del ‘Correo’ todavía era demasiado prematuro hablar de arte. Yo intentaba que entendieran cosas elementales, les animaba a que reflexionaran sobre el texto recién escrito, a que fueran mínimamente críticos consigo mismos. Y, lo más importante, los animaba a leer libros”.
Su búsqueda por la verdad, la sinceridad y el compromiso social, la llevó al Partido Comunista Polaco pero, con el paso del tiempo, adoptó una postura crítica ante cualquier posición política y renunció a formar parte del partido. Esta decisión la hizo entrar en contacto con otros disidentes, principalmente con Jerzy Giedroyc, un escritor que la invitó a colaborar en la revista Kultura que se publicaba en Francia.
Por su constancia en la escritura y su visión crítica, severa y aparentemente simple, Wislawa Szymborska ganó el Premio de Literatura de 1996. Sin embargo, este galardón le cambió la vida para bien y para mal:
¿Qué si el premio me cambió la vida? Y tanto. Para bien, porque multiplicó el numero de cartas que me envían, de paquetes con libros, de invitaciones, de propuestas y de preguntas a las que hay que responder en las entrevistas. Para mal, porque multiplicó el número de cartas que me envían, de paquetes con libros, de invitaciones, de propuestas y de preguntas a las que hay que responder en las entrevistas.
Lamentablemente, Wislawa Szymborska murió en el año 2012, a los 88 años. Murió por causa de padecer cáncer de pulmón. En 2013, se fundó el Premio Wislawa Szymborska en honor a su legado poético.
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