El automatismo psíquico es un método creativo que fue inventado y utilizado por los surrealistas. André Breton fue quien utilizó este término en su Manifiesto del surrealismo (1924). En el texto menciona que la esencia de este movimiento de vanguardia es la expresión pura que proviene del inconsciente:
“El surrealismo es un automatismo psíquico puro, por el cual se intenta expresar el funcionamiento real del pensamiento en ausencia de cualquier control ejercido por la razón, al margen de cualquier preocupación estética o moral”.
Para André Breton, este proceso creativo se encuentra sumamente relacionado con las teorías psicoanalíticas de Sigmund Freud, porque busca indagar en lo más profundo del ser humano para, de esta manera, reflejar toda imagen o palabra que se encuentra en el inconsciente.
Bajo estos fundamentos, nace la escritura mecánica o también conocida como escritura automática. El objetivo de este método creativo es escribir lo primero que venga a la mente para mostrar la “realidad” de los pensamientos.
Sin embargo, esta premisa ha sido muy criticada por filósofos y académicos, porque existe un distanciamiento enorme entre el pensamiento, el proceso de articulación y la expresión lingüística. Por tal motivo, no se muestra la “realidad de los pensamientos”, sino sólo una idea interpretada de lo que se cree que existe en el pensamiento.
A pesar de que los estudiosos de la Historia del arte reflexionen sobre qué puede ser o no una expresión surrealista, los verdaderos surrealistas nos mostraron que lo importante no es poner en disputa teórica sus conocimientos, sino mostrarlos a través de la pintura, la literatura, el cine y la poesía.
Por este motivo, para André Breton, Joan Miró es uno de los más grandes pintores del surrealismo, porque muchos de sus cuadros fueron elaborados a través del automatismo psíquico.
En sus obras muestra la pobreza y el hambre que padecía en ese momento de su vida, por lo que una vez dijo: “Intenté plasmar las alucinaciones que me producía el hambre que pasaba”.