Guadalupe Dueñas nació en Guadalajara, el 19 de octubre de 1910. Es considerada como una de las escritoras mexicanas más importantes del siglo XX. Incursionó en el guion, ensayo y cuento. Su estilo era breve, certero y conciso, incluso Emmanuel Carballo catalogó a la literatura de Dueñas como un mundo entre lo real y lo simbólico:
El mundo de Guadalupe Dueñas oscila entre la aspereza y la ternura: es agridulce. Mitad realista y mitad simbólico. Estos dos planos no se contraponen, se complementan. El símbolo la ayuda para encararse con las abstracciones, para volverlas tangibles, sensibles.
En 1958, publicó Tiene la noche un árbol. En este su primer libro, se pueden leer 25 diferentes historias en las que destaca la mujer como protagonista o se presenta como voz narrativa.
En muchos de sus textos se encuentra un estilo meticuloso que se mezcla sutilmente con la ironía, jugando con el lenguaje y siendo precisa en cada oración que escribía. Sin embargo, la escritora no sólo se distingue por su técnica, sino también por su gran postura de reflejar el importante papel de la mujer en la sociedad. En ocasiones, esto lo comunica de una manera triste o resignada, en otras situaciones lo hace de una manera firme, disciplinada y transgresora.
A pesar de que su actividad literaria fuera intensa y grandiosa, Guadalupe Dueñas prefería la soledad para poder leer y escribir. No obstante, ella declaró que la soledad no era romantizar el trabajo de escritora, sino una consecuencia de su personalidad:
Nunca pude lograr amistades verdaderas ni con hombres ni con mujeres ni con perros. Estoy absolutamente sola por dentro. Tan sola que toda mi necesidad afectiva se vuelve literaria.
Lamentablemente, Guadalupe Dueñas muere el 13 de enero de 2002. Sólo queda recordar aquella frase que tanto mencionaba “En mis cuentos no existe la fantasía”. Esto lo pronunciaba porque gran parte de su literatura no es ficción, sino anécdotas disfrazadas de otra verdad.